sábado, 18 de agosto de 2012

Artistas de la pintura entre los años 20 y 40: Soutine, Rouault, Picasso


Chaim Soutine (1894-1943)
Soutine, hijo de un pobre sastre judío de un pueblo de Lituania, fue miembro de un grupo de artistas de París vinculado durante la primera década del siglo al expresionismo. Su obra, sin embargo tuvo un sello muy personal. Su expresión fue desde un principio trágica, y este sentimiento tiñó toda su pintura.
Entre sus obras se incluyen retratos de panaderos, mozos y niños cantores; naturalezas muertas compuestas por de trozos de carne en diferentes estados de putrefacción ("Vaca abierta en canal". 1925); y paisajes atormentados con ráfagas de nubes y árboles inclinados ("Calle siniestra", 1921).

En sus telas hay decadencia, degradación y corrupción -no del modelo circunstancial que elegía para pintar- sino de un mundo en crisis cuyas verdades él veía como mentiras. Colores coruscantes y pinceladas violentas como latigazos dan a sus pinturas el aspecto de visiones apocalípticas.
A menudo, destruyó o volvió a pintar sobre composiciones de su primera etapa artística, y después de 1930 realizó muy pocas obras.

Georges Rouault (1871-1958)
Otro profeta del apocalipsis fue el francés Georges Rouault, pero sus visiones venían de una fuente distinta: el horror que un católico profundamente devoto sentía ante la pobredumbre y el desorden del mundo moderno.
Como otros artistas, buscaba un significado universal, un símbolo poderoso. Lo encontró creando un estilo pictórico propio y distinto, caracterizado por claros y brillantes rojos, azules y verdes, el uso del empaste (pigmentos gruesos) y los fuertes contornos negros como el plomo que divide la policromía de los vitrales (que él trabajaba), y que a un tiempo une y mantiene separados grandes fragmentos de color resplandeciente.
Sus retratos melancólicos de reyes afligidos, de Cristo y de payasos le ha valido ser considerado como el pintor religioso moderno más importante de su época.

Entre sus obras más importantes se encuentran: Tres Jueces (1913), Cristo burlado por los soldados (1932), El viejo rey (1937) y Cabeza de Payaso (1940-1948).
Entre sus últimos grandes trabajos destaca el diseño para las ventanas de una iglesia en Plateau d'Assy.
 
Pablo Picasso (1881-1973)

Después de la Primera Guerra Mundial Picasso creó un nuevo estilo. Abandonó las experimentaciones cubistas y, después de una serie de bodegones, volvió a la representación de la figura humana. En las pinturas de mujeres de este período, algunos saludaron su retorno a la imitación de la realidad, al viejo y seguro mundo de las formas reconocibles. Pero la inspiración de estas obras venía de la secreta y absorta quietud de las figuras clásicas y de la rigurosa disciplina intelectual que el clasicismo había fijado como esencial preocupación de su pintura.

Después del período clásico de los años 20, el arte de Picasso dio un nuevo giro; a partir de 1925, pintó una serie de cuadros en los que la figura humana es tratada como símbolo de pasión desatada. Proclamando su trágico desconcierto en figuras deformes y demoníacas, en esos años inventó una mitología personal para expresar el desorden de la época.

La serie de estas telas, entre las que se cuentan los grabados titulados "Minotauromaquia", culmina con la grandiosa pintura mural "Guernica", con la que Picasso respondió al bombardeo áereo de aquella ciudad por parte de los nazis bajo las órdenes de Francisco Franco.

 

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